Pozos y zanjas de lodo y fluido de perforación

Fosas y zanjas de lodo

Las fosas y zanjas de lodo están diseñadas para reducir la velocidad del fluido de perforación hasta un punto en el que los recortes se asienten en el fondo y no sean transportados a la bomba (Fig. 4). No queremos recircular arena en nuestro fluido, si es posible, ya que esto provoca un desgaste excesivo en todos los equipos por los que pasa. Otro punto es que el alto peso creado por el contenido de arena provoca el sellado de las formaciones con presiones innecesarias.

Fluido de perforación

El fluido de perforación es una de las fases más importantes de la perforación rotatoria hidráulica y todos los perforadores deben comprenderlo. Es relativamente simple de manejar y controlar si se siguen algunas reglas simples. Podemos tener controles de lodo muy complejos y sofisticados, pero normalmente no son necesarios al nivel de la construcción de pozos petroleros. Sin embargo, no puedo enfatizar lo suficiente la importancia de un buen control del lodo. De él depende el éxito o el fracaso de cada pozo que se perfore. Debemos mencionar en este punto que las arcillas bentoníticas son difíciles de mezclar y es conveniente el uso de una tolva de chorro. La idea de que el fluido de perforación sea correcto significa que su viscosidad debe ser tal que se mantenga el efecto de sellado adecuado con la menor invasión posible en las formaciones que contienen agua. Esto se logra teniendo los pesos y viscosidades adecuados. Una vez que hemos preparado nuestro fluido en la condición recomendada, se hace circular en el pozo y, al hacerlo (siendo el peso del fluido mayor que la presión de la formación), existe una tendencia a que el fluido penetre hacia afuera en las formaciones mismas. El fluido comienza a formar una pared de arcilla en los lados del pozo. En otras palabras, la formación misma filtra las partículas de arcilla y desarrolla lo que llamamos una torta de filtración. El espesor de esta torta está determinado por la capacidad de la torta para retardar las pérdidas de agua en las formaciones. Si mantenemos una torta relativamente delgada, la pérdida de agua y la contaminación de la formación serán leves; sin embargo, una torta gruesa o de penetración profunda es muy difícil de eliminar y, por lo tanto, restringe o impide el flujo desde la formación hacia nuestro pozo terminado. Podemos iniciar la perforación de nuestro pozo con un fluido conocido pero algo que siempre debemos recordar es que a medida que perforamos a través de arcillas nativas tenemos la mezcla de las mismas con nuestro fluido y a veces esta contaminación es muy alta. Para mantener el tipo de fluido con el que podemos construir el trabajo más eficiente debemos realizar pruebas a nuestro fluido para conocer las cualidades.